martes, 16 de mayo de 2017

Te eché de menos

Hoy salí antes del trabajo. Decidí tomármelo con calma y coger otra línea de metro que al fin y al cabo también me llevaría a casa.

En mis cascos sonaba esa canción de Andrés que dice “Tal vez te acuerdes de mí con el paso de los años”.

Había pasado siete desde que no te veía y al girar la cabeza tú estabas ahí, agarrado a una barra de acero.

Intento que no se note, pero puedo escuchar latir mi corazón pidiéndome una tregua. Me encantaría acercarme, dos besos, pedirte un café. Sólo un café, nada que te comprometa. Me gustaría decirte que por fin termine la universidad, que conseguí lo que tanto tiempo estuve planeando, que las cosas van bien. Que Érika se casó y Leo tuvo un hijo. Y que, aunque no volví a querer a nadie igual, me esperan en casa con la cena hecha.

A ti se te ve tan cambio. Como si hubiese pasado treinta años. 

Llevas un anillo en el anular, tú, que parecía que tenías alergia al compromiso. Ya no llevas el pendiente, te has cortado las rastas y llevas en brazos a un niño que tiene tus ojos.

Ni siquiera me has visto, ni por un solo segundo tus ojos han apartado la vista para cruzarse con los míos.

Al final te bajaste en la Latina, como antes. Quizás no has cambiado tanto.

Te eché de menos.

Espero que volvamos a encontrarnos.